domingo, 26 de octubre de 2008

LA VIVIENDA, BASES PARA UN PROGRAMA DE VIVIENDA Y TERAPEUTICA SOCIAL

La vivienda constituye un problema colectivo en escala mundial, en lo cuantitativo y en lo cualitativo, aún en los países de alto nivel de vida y mucho más en aquellos en vías de desarrollo. En la actualidad varios millones de personas habitan viviendas inadecuadas, que no cumplen con las mínimas condiciones sanitarias (1). Como el crecimiento demográfico sigue un ritmo mucho más acelerado que la construcción, es de esperar que el déficit de viviendas se acentúe cada día más y, por consiguiente, el estado de salud de las comunidades que viven en esas condiciones se vea más afectado y los riesgos de padecer enfermedades que tienen relación con la mala vivienda, aumenten.
La vivienda es un elemento más del medio ambiente en que vive el hombre y puede ejercer influencia nociva sobre la salud del individuo. La solución del problema es compleja y difícil, y son muchas las disciplinas profesionales que deben participar. El Comité de Expertos de la OMS en Higiene de la Vivienda señaló muy claramente dichos aspectos en su primer informe (2). Según dicho comité se entiende por vivienda o medio residencial a la estructura material que el hombre emplea para cobijarse, y sus dependencias, es decir, todos los servicios, instalaciones y dispositivos necesarios o convenientes para el bienestar social y la salud física y mental del individuo y de la familia.
De acuerdo a la definición dada, se puede deducir que la vivienda debe no sólo dar protección contra las condiciones atmosféricas desfavorables, sino también impedir la propagación de las enfermedades contagiosas y asegurar el bienestar físico y mental. En suma, debe asegurar la buena salud del hombre entendida en su sentido más amplio.
I.- REQUISITOS PARA LA SALUBRIDAD DEL MEDIO RESIDENCIAL.
Aunque varios países e instituciones han estudiado y publicado las normas o requisitos que debe cumplir una vivienda para considerarla higiénica, no siempre pueden ser generalizados. La OMS se ha ocupado también del problema y a través del Comité de Expertos correspondiente ha publicado ciertos requisitos que debe cumplir el medio residencial, (término utilizado en lugar de vivienda por ser de aceptación más amplia). Hasta hace poco las normas más aceptadas en todo el mundo eran las norteamericanas, establecidas por la Comisión de Higiene de la Vivienda de la Asociación Americana de Salud Pública, que como es de suponer se adaptaban más a países en franco proceso de desarrollo. Es por esto que el Comité de Expertos de la OMS en Higiene de la Vivienda dice:
"... para establecer criterios fundamentales de higiene de la vivienda que puedan ser aceptados a la vez por países desarrollados y los países en vías de desarrollo, y que no estén incluidos por las condiciones locales de clima, geografía, prácticas sociales, costumbres y tradiciones, conviene, a juicio del Comité, hacerlo en función de las necesidades humanas más que enunciar normas precisas que, en el mejor de los casos, corresponderán al parecer de esta o aquella autoridad sobre los fines que deben perseguirse, cuando no a una serie de apreciaciones fundadas en una situación particular" (3).
Según dicho comité se entiende por vivienda o medio residencial a la estructura material que el hombre emplea para cobijarse, y sus dependencias, es decir, todos los servicios, instalaciones y dispositivos necesarios o convenientes para el bienestar social y la salud física y mental del individuo y de la familia. De acuerdo a la definición dada, se puede deducir que la vivienda debe no sólo dar protección contra las condiciones atmosféricas desfavorables, sino también impedir la propagación de las enfermedades contagiosas y asegurar el bienestar físico y mental. En suma, debe asegurar la buena salud del hombre entendida en su sentido más amplio.
II.- REQUISITOS PARA LA SALUBRIDAD DEL MEDIO RESIDENCIAL.
Aunque varios países e instituciones han estudiado y publicado las normas o requisitos que debe cumplir una vivienda para considerarla higiénica, no siempre pueden ser generalizados. La Organización mundial de la Salud se ha ocupado también del problema y a través del Comité de Expertos correspondiente ha publicado ciertos requisitos que debe cumplir el medio residencial. Hasta hace poco las normas aceptadas en todo el mundo eran las norteamericanas, establecidas por la Comisión de Higiene de la Vivienda de la Asociación Americana de Salud Pública, que como es de suponer se adaptaban más a países en franco proceso de desarrollo. Es por esto que el Comité de Expertos de la OMS en Higiene de la vivienda establece una serie de normas necesarias a seguir (4). Naturalmente que, cualquier norma o requisito para considerar saneada una vivienda incluyen las necesidades fisiológicas y psicológicas básicas, y la protección contra las infecciones y los accidentes. De acuerdo con lo expuesto, los criterios del Comité son los más adecuados para los países en vías de desarrollo y por tal los citamos a continuación:
III.- REQUISITOS FUNDAMENTALES.
1.1.- La disponibilidad de viviendas, bien construidas y conservadas, independientes y en cantidad bastante para que todas las familias que lo deseen dispongan de una que tenga, por lo menos:
* El número de habitaciones, la superficie útil y la cubicación suficiente desde el punto de vista de la higiene y de las necesidades de una vida conforme a las normas culturales y sociales de cada región (5).
* Una disposición que permita a los ocupantes:
- Aislarse unos de otros cuando así lo deseen.
- Evitar las molestias procedentes del exterior.
* Una separación adecuada:
- Entre los dormitorios de adolescentes y adultos de distintos sexos, excepto en los casos de matrimonios.
- Entre la vivienda propiamente dicha y los locales para animales domésticos.
* Un sistema de aprovisionamiento de agua potable y de buen sabor, transportada por tuberías debidamente protegidas hasta el patio o el interior de la vivienda (6).
* Un sistema higiénico de eliminación de aguas residuales y otros desechos.
* Instalaciones adecuadas de cocina, comedor y despensa y armarios para enseres domésticos y efectos personales.
* Protección adecuada contra el calor, el frío, el ruido y la humedad.
* Ventilación suficiente y aire interior exento de sustancias tóxicas o nocivas.
* Suficiente iluminación natural y artificial.
1.2.- La situación de las viviendas en barriadas (micro distritos), construidas con arreglo a normas adecuadas de planificación urbana, rural y regional y que reúnan las condiciones que a continuación se indican:
* Existencia, cuando los recursos económicos lo permitan, de servicios públicos de abastecimiento de agua, recogida y tratamiento de aguas residuales, recogida y tratamiento de basuras y otros desechos y evacuaciones de las aguas de lluvia.
* Protección contra la contaminación del aire por gases tóxicos o nocivos y por olores, humos y polvos.
* Existencia de servicios de policía y extinción de incendios.
* Existencia de servicios industriales, centros comerciales, instituciones culturales, sociales, religiosas, docentes, recreativas, sanitarias y de asistencia, comunicados con las viviendas por una red de caminos con aceras y paseos de peatones y por servicios de transporte público.
* Protección contra los peligros que puedan amenazar la salud, el bienestar y la moralidad pública.
Al analizar estos criterios o requisitos expuestos se aprecia que el medio residencial no sólo tiene influencia definida sobre la salud, sino también en el bienestar social del hombre. Por tanto, la vivienda está destinada a cumplir ciertas funciones y cubrir necesidades del ser humano y de su grupo familiar, considerándolo como unidad básica biológica y social-cultural, que cuando no se satisfacen significan enfermedades tanto físicas como mentales y sociales.
IV.- IMPORTANCIA EPIDEMIOLOGICA DEL MEDIO RESIDENCIAL.
Desde el punto de vista epidemiológico la vivienda juega un papel importante en la propagación de ciertas enfermedades. Al estudiar las enfermedades decíamos que, las vías de transmisión que sigue el agente causal para pasar del reservorio al hospedero susceptible son la directa y la indirecta a través de vehículos y vectores. Pues bien, una gran cantidad de todas esas vías de transmisión están presentes en el medio residencial (7).
1.1.- Relación de la vivienda y la salud. Es un hecho comprobado que las tasas de morbilidad y mortalidad son más elevadas en los barrios donde la gente habita viviendas insalubres, que entre los que viven en casas que reúnen las condiciones higiénicas. En verdad, son muchos los factores existentes en una mala vivienda que ejercen influencia sobre la salud. La vivienda es parte del medio ambiente total, que actúa constantemente sobre la salud física y mental del hombre y sobre su bienestar social.
Demostrar la relación directa entre la vivienda y el estado de salud no es sencillo, pero cuando se han mejorado las condiciones del medio residencial en algunas comunidades, se ha visto como ha mejorado también la salud de la gente que las habita (8).
Podemos afirmar que los problemas de higiene del medio residencial se reflejan y están relacionados con la salud física del hombre, así como también con la salud mental y el bienestar social. La Organización Mundial de la Salud ha definido la salud como: "Un estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades o afecciones" (9). Vemos pues, que la vivienda no plantea solamente un problema de índole médico o sanitario, sino también muchos otros de carácter social y de la conducta. Podemos resumir la relación existente entre el medio residencial y la conducta social en tres puntos.
a) La mala vivienda está siempre asociada al bajo nivel cultural, nutrición deficiente, hábitos antihigiénicos, propagación de enfermedades, mortalidad infantil, desarrollo físico y mental, prostitución, alcoholismo, delincuencia juvenil, etc.
b) Una vivienda pobre, desarrolla sentimiento de inferioridad y crea una mentalidad de amargura y descontento, que atenúa el espíritu de sociabilidad.
c) El síndrome del mal social integrado por la miseria, ignorancia, mala vivienda, desnutrición, suciedad, abandono paterno, delincuencia, criminalidad, alcoholismo, prostitución (10).
1.2.- Relación entre enfermedades y mala vivienda. La insalubridad de la vivienda favorece la propagación de las enfermedades transmisibles. Esto ha sido comprobado. No se puede negar que un agua contaminada, una mala disposición de excretas, un alto índice de moscas, etc., son los factores responsables de la propagación de un grupo de enfermedades intestinales, diarreas y enteritis. También, el hacinamiento existente en las malas viviendas, es responsable de la transmisión de muchas infecciones. Los vectores en general y las cucarachas y ratas en especial, que infestan innumerables viviendas contribuyen a difundir las enfermedades. La insatisfacción del medio doméstico, la necesidad insatisfecha de aislamiento y otros sentimientos de frustración, pueden llevar a un estado de irritación permanente y como consecuencia a una enfermedad mental.
Las malas condiciones estructurales de la vivienda son causa de muchos accidentes domésticos, especialmente entre los niños y personas de edad avanzada. Estos pocos ejemplos no demuestran la relación entre una serie de enfermedades y la mala vivienda; en general, se puede decir que el medio residencial facilita la propagación de las enfermedades transmisibles, influye sobre la salud, al no satisfacer las necesidades fisiológicas del individuo y facilitan las lesiones traumáticas. Entre las enfermedades que tienen relación con la mala vivienda, merecen citarse: la tuberculosis, y las enfermedades respiratorias en general, meningitis cerebroespinal, tos ferina, sarampión, dermatitis, raquitismo, parasitosis intestinal, disentería, enfermedad de Chagas, pediculosis y sarna, enfermedades venéreas y otras transmisibles, algunos trastornos mentales, neurosis, accidentes, etc. (11).
V.- BASES PARA UN PROGRAMA DE VIVIENDAS Y TERAPEUTICA SOCIAL.
Durante su ejercicio profesional, el médico tiene la oportunidad de observar y valorar las malas condiciones de las viviendas y los peligros que estas representan para la salud de la familia. Es por esto que debe conocer los métodos para un programa de vivienda y con ayuda de otros profesionales contribuir a la solución. En todo caso debe tenerse en cuenta que cualquier vivienda debe reunir los requisitos básicos indispensables para cubrir las necesidades fisiológicas y psicológicas básicas y la protección contra las infecciones y accidentes.
1.1.- Bases para un programa de viviendas. Los aspectos más importantes en un programa de viviendas son:
* Creación de un plan comunal amplio (agua, cloacas, disposición de basuras, escuelas, etc.).
* Leyes y reglamentos sobre construcción del medio residencial.
* Financiamiento económico de la vivienda (oficial y privada).
* Asistencia técnica oficial, especialmente a la población de escasos recursos, urbana y rural.
* Educación para obtener participación directa y activa del beneficiario en la conservación física y sanitaria de la vivienda, como en su construcción cuando el beneficiario vive en el medio rural.
1.2.- Terapéutica social. Una vez realizado el diagnóstico de la situación, se deberán aplicar algunas medidas para solucionar el problema, en especial en el medio rural.
* Desarrollar y promover entre los habitantes la aceptación de los requisitos fundamentales para la salubridad del medio residencial.
* Participar en la elaboración y aplicación de reglamentos de construcción.
* Medir la calidad higiénica de las viviendas.
* Ayudar a corregir las deficiencias de las viviendas existentes.
* Participar en el control y dirección de las nuevas viviendas y la expedición de permisos y licencias, en el medio urbano y rural (12).
* Impartir educación sobre higiene de la vivienda (13).

Notas del autor y Bibliografía consultada
(1) Nota del autor: Se ha estimado que sólo un 4 - 5% del total de las viviendas existentes en el mundo tienen los requisitos fundamentales y alrededor de un 80% de la población latinoamericana ocupa viviendas inadecuadas.
(2) Nota del autor: " ... la vivienda plantea una gran variedad de problemas relacionados con la salud pública, la planificación, la arquitectura, la ingeniería, la economía, las finanzas, las tradiciones culturales y sociales, la política y las ciencias de la conducta. Todos esos problemas están además relacionados tan estrechamente unos con otros que sería difícil aislar cualquiera de ellos para su estudio, análisis y examen. La vivienda forma parte del medio ambiente en la acepción más general de este término y ningún programa de saneamiento del medio puede hacer caso omiso de los problemas de la vivienda. Desde el punto de vista de la sanidad, esos problemas abarcan cuestiones de urbanismo y de planificación rural, de proyectos y disposición de los locales habitables, de materiales y métodos de construcción, de aprovechamiento de espacio, de conservación de los edificios y zonas de vivienda, y de servicios públicos por ejemplo: de circulación, de transporte y locales. Estos aspectos del problema atañen no sólo a los médicos, los ingenieros sanitarios y los demás especialistas en Salud Pública, sino a otros muchos profesionales, por ejemplo los encargados de planificación (municipal, comarcal o regional), los arquitectos, los ingenieros, los constructores, los fisiólogos, los sociólogos y otras muchas personas cuyos conocimientos y servicios son necesarios para la gran empresa del mejoramiento de la vivienda.
(3) Organización Mundial de la Salud. Evaluación de la Salubridad de la vivienda y el medio urbano. Org. mund. Salud Ser. Inf. Técn. # 353. Pag. 124.
(4) Nota del autor: Las normas de la OMS establecen que para establecer criterios fundamentales de la vivienda que puedan se aceptados a la vez por los países desarrollados y los países en vías de desarrollo, y que no estén influidos por las condiciones locales de clima, geografía, prácticas sociales, costumbres y tradiciones conviene, a juicio del comité, hacerlo en función de las necesidades humanas más que enunciar normas precisas que, en el mejor de los casos, corresponderán al parecer de esta o aquella autoridad sobre los fines que deben perseguirse, cuando no una serie de apreciaciones fundadas en una situación particular.(Tomado de OMS. Comité de Expertos en Higiene de la Vivienda. Org. mund. Salud Ser. Inf. técn., # 225. Pag. 23.
(5) Nota del autor: La superficie habitable estará distribuida de modo que no haya hacinamiento en los dormitorios ni en los cuartos de estar, se denomina hacinamiento a la acción o efecto de hacinar, y hacinar no es más que amontonar o acumular sin orden.
(6) Nota del autor: Todos los ocupantes deben disponer de toda el agua necesaria para la limpieza doméstica y para el aseo u la comodidad personal.
(7) Nota del autor: Son muchos los factores existentes en la vivienda que favorecen la difusión de la enfermedad entre los miembros que la habitan; abarca muchos elementos del medio ambiente total (físico, biológico, social, económico y cultural). Por esto interesa conocer no sólo qué vías intradomiciliarias utiliza el agente para llegar al hospedero, sino también cómo puede ser interrumpida la cadena de transmisión (aplicación de los requisitos fundamentales para la salubridad del medio residencial ya señalados y un programa de viviendas y la terapéutica social correspondiente).
(8) Nota del autor: Es sabido que las malas condiciones de vivienda suelen estar asociadas a otros factores socioeconómicos como la pobreza, ignorancia, desnutrición y falta de asistencia médica, que pueden influir en el estado de salud. Son muchos los ejemplos que se podrían mencionar para poner de manifiesto la relación entre las condiciones de la vivienda y de la salud, y más aún demostrar por separado la influencia de un factor aislado, propio de la vivienda, sobre el estado de salud del individuo. Esta dificultad no quiere decir, que dicha relación no exista, pues si se tiene en cuenta que la vivienda o medio residencial comprende numerosos elementos del medio ambiente total y que todos ellos pueden influir sobre el estado de salud, fácilmente se comprende que el efecto del medio residencial sobre la salud será la suma de los efectos que tengan esos factores.
(9) Hall, Joanne y Barbara Redding. Enfermería en Salud Comunitaria, un enfoque de sistemas. OPS. Pag. 5
(10) Nota del autor: Como podrá interpretar el lector, este problema que hemos planteado como el Síndrome del Mal Social es lo que estamos viviendo en la actualidad en la República Dominicana, y si vemos más detenidamente apreciamos que Santiago no es la excepción, todo el conjunto se resume en el contenido de delincuencia, prostitución, criminalidad, abandono de padres y madres a hijos, falta de identidad, pocas oportunidades de trabajo, bajos ingresos, pocos estímulos sociales, muchos vicios como alcohol, cigarrillos, drogas por doquier, centros de juegos, discotecas, etc., y así apreciamos que los barrios que más aportan el síndrome son los menos educados y los menos desarrollados. Por esto es bien pensar en buscar salida y soluciones a los problemas sociales que se mejoran con una mejor distribución de los bienes y servicios sociales.
(11) Nota del autor: La meningitis, se define como inflamación de las meninges, y en el caso cerebroespinal se refiere a las meninges del encéfalo y la médula espinal. Raquitismo, es el trastorno causado por la deficiencia de la vitamina D en los niños con alteración de la osificación normal, se presenta con deformación de los huesos sometidos a fuerza muscular. La Enfermedad de Chagas, se caracteriza porque el paciente presenta fiebre variable, malestar general, linfadenopatía y hepatoesplenomegalia, puede aparecer el chagoma o reacción inflamatoria en el lugar de la infección, el agente infeccioso es el Tripanosoma Cruzi. La pediculosis, es la infestación por piojos de la familia Pediculidae, en especial el pedículus humanus.
(12) Nota del autor: En Santiago, y en el país, existe en los Ayuntamientos la oficina de planeación que es la responsable de conocer sobre las nuevas construcciones en el medio urbano, y es la institución rectora de la política de construcción, aunque en el medio rural no existe ningún tipo de control. El problema principal consiste en que la mayoría de personas que están construyendo sobornan los inspectores y al fin se hace lo que se desea con la construcción y las autoridades se dan por no comprometidos o no informados.
(13) Nota del autor: La educación es la mejor vía para lograr un buen medio residencial, hay que organizar los habitantes en comunas y comités de vigilancias, y deben ofrecer charlas, cursos, adiestramientos y talleres a los miembros de la comunidad para terminar con la ignorancia reinante y que nos atrasa cada día más.

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